El regreso de Lucía a la playa
Lucía y Nisa se encontraban encima del Volcán Tagoro, encima del último acontecimiento volcánico de Canarias y en el mismo lugar donde empezó todo. Lucia sentía como ese lugar estaba lleno de energía y de vida, la misma que desprendía Nisa. Las féminas se cogieron de la mano otra vez y comenzaron el camino de vuelta a La Restinga. El vestido de Nisa se enfrio, el agua regresó a la temperatura normal y la vida marina las acompañó de nuevo en su vuelta a la orilla de la playa.
Cuando llegaron, diosa y niña se fundieron en un abrazo infinito. Nisa le pidió a Lucía que siempre la sintiera en su interior y que compartiera aquella experiencia con el mundo. Se despidieron con mucha emoción, el paseo había sido intenso y habían sido cómplices del origen de la creación. Con tristeza y a la vez con mucha tranquilidad, cada una continúo su camino: Lucia regresó al exterior y Nisa volvió a las profundidades de la tierra. Eternamente estarían conectadas.
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